Las altas exigencias que debe cumplir la industria alimentaria implican el uso de materiales no reactivos, aditivos o absorbentes que, como el acero inoxidable, no alteren los productos con los que están en contacto directo.
Por su gran resistencia a la corrosión y propiedades higiénicas, el acero inox es el material idóneo para aplicaciones donde no pueda existir riesgo de contaminación. La gama de aceros inoxidables es amplia y la selección de la calidad más apropiada dependerá de varios factores como las tensiones y temperaturas a las que esté sometido, productos de limpieza, etc.
1. AISI 304 y AISI 316: los aceros más usados
El AISI 304 y el AISI 316 son los aceros más empleados en la industria de la alimentación y las bebidas, aunque el segundo cuenta con una mayor resistencia a la corrosión, lo que permite su aplicación en medios más agresivos con ácidos y entornos salinos. De hecho, por su contenido en cromo, níquel y molibdeno, también se le suele denominar acero 18/8/2 o “acero a prueba de ácidos”.
Ambos son aceros inoxidables austeníticos, es decir, no son magnéticos y se pueden moldear y soldar fácilmente, pero ¿cuál elegir? La respuesta: depende de las necesidades de cada aplicación. Así, mientras que el AISI 304 es el más habitual por sus propiedades de conformación, el AISI 316 es la mejor opción para largas exposiciones al agua y a sustancias corrosivas.
2. Diseño higiénico certificado
Además de garantizar la inalterabilidad de los elementos que recubre, un diseño higiénico como el de la Hygienic Master Line de la italiana Irinox facilita la limpieza y desinfección, contribuyendo así a la conservación de la propia instalación.
Contar con productos cuya seguridad esté reconocida y certificada es clave para sectores como el de la alimentación. Irinox, líder en la fabricación de envolventes de acero inoxidable, colabora con reconocidos organismos de control como TÜV, UL y FDA para garantizar dicho cumplimiento. Además, todos sus productos cumplen con las normas EN 60529, EN 62262 y CEI EN 62208.
Pero ¿qué entendemos por diseño higiénico? Los envolventes de acero inoxidable deben cumplir con ciertas condiciones:
- No deben existir fisuras en las juntas.
- Las esquinas deben de ser iguales o inferiores a 90º.
- Las superficies en contacto con el producto deben de tener baja rugosidad, preferentemente igual o inferior a 0,8 μ
- Deben de ser fácilmente desmontables para facilitar su limpieza.
3. Grado de protección IP66 e IP69k
En la industria alimentaria, determinados equipos deben de ser totalmente estancos para evitar la acumulación de suciedad o problemas derivados de la humedad; por eso se recomienda el uso de acero inoxidable como material de aislamiento.
Los grados internacionales de protección IP66 e IP69k son los más habituales en envolventes inox como los de Irinox. Así, mientras que el grado IP66 certifica la protección frente a chorros potentes de agua, el IP69k garantiza la resistencia a limpieza con vapor y a alta presión.
4. Diseño a medida
Además de cumplir con los puntos mencionados anteriormente, el mejor producto es el que se adapta totalmente a las necesidades del cliente. Confiar en líderes de larga trayectoria como Irinox es garantía de soluciones innovadoras y personalizadas; por eso, desde Eprom, ofrecemos un servicio de asesoría y diseño para crear los mejores envolventes de acero inoxidable para la industria de la alimentación.
Sobre Eprom
En Eprom somos distribuidores oficiales en exclusiva de Irinox en España y contamos con más de 35 años de trayectoria en los mercados de la automatización, control industrial y envolventes de acero inoxidable. Especialistas en el desarrollo de soluciones industriales únicas, ofrecemos un servicio personalizado de consultoría adaptado a cada necesidad.
Para más información, no dudes en contactarnos a través de correo electrónico (info@epromsa.com) o teléfono (+34) 937 350 283. O, si lo deseas, solicítanos una videollamada.